martes, 13 de octubre de 2009

TENDENCIAS Y MODELOS EDUCATIVOS

Los modelos y tendencias educativos, que existen el día de hoy, en particular en México, es el fruto de una serie de movimientos, en el ámbito de la educación. En los albores del tercer milenio, la investigación educativa ha tenido un auge, en la que se han abordado la importancia de los diferentes modelos que se implementan en el trabajo dentro del aula.
Desde la escuela tradicional, que se funda en Comenio en 1592, en la que el alumno era un simple receptor de información, con el desarrollo de un pensamiento empírico. Ya con la entrada del conductismo desde Pavlov, y llegando a Skinner, hacen grandes aportaciones a los modelos de intervención dentro del aula, tomando como punto de referencia, a un alumno pasivo, y como método esencial, los reforzadores, tanto positivo y negativo, así como el castigo. Hoy en día se habla de modelos como el meta-aprendizaje, que tiene bases en las estructuras del conductismo.
Con posterioridad se desarrolla la propuesta del constructivismo que su principal actor es Jean Piaget, en la década de los sesentas, con una propuesta mas centrada en el aprendizaje practico, o sea una relación entre la teoría y la practica.
Dentro de un análisis profundo, se encuentra que hoy en día los modelos educativos basados en competencias, tiene todo una propuesta desde Foucault, quien en sus obras como vigilar y castigar, nacimiento de la clínica, entre otros es considerado uno de los filósofos del siglo XX, que ponen las semillas de los que hoy conocemos como el pensamiento complejo. Que escribe en alguno de sus textos el concepto de competencia, que no se valora debido a un avance tecnológico dentro del desarrollo de la humanidad.
Como lo menciona Chavarría Olarte (2004), “El siglo XX se caracterizó por avances vertiginosos en la ciencia y la tecnología; tan acelerados que sorprendieron a padres, profesores y a la humanidad entera sin estar preparados para abordarlos, sin un avance paralelo en la reflexión ético-filosófica que permitiera integrarlos a la vida humana de modo gradual, equilibrado y positivo. Nos acostumbramos ¬especialmente en la segunda mitad del siglo XX, a crecer en un ambiente de cambios y novedades sucesivos en el que la estabilidad de los valores se puso a prueba”.
En el párrafo anterior se da una radiografía, de lo sucedido en el siglo XX, y la forma que se este desarrollo de la humanidad, se quedo anclada dentro de un gran desarrollo tecnológico, y por ende el mecanicismo tuvo un gran florecimiento, ya que lo que se perseguía en este momento histórico, era precisamente, alcanzar metas, que eran traducidas en objetivos, medibles, cuantificables y verificables.
Con el análisis de este contexto, no se puede quedar nuestro sistema educativo a la vanguardia de los cambios, que se imponen desde el exterior, y es donde nace la relación que debe existir entre la educación y el trabajo, como una formación de los jóvenes para de esta forma poder involucrarse tanto en el mundo laborar, con un mayor numero de herramientas, así como su ingreso a la educación superior, lo haga con un mayor numero de competencias, las cuales va a desarrollar en la educación media.
La mención que hace Díaz Barriga (2005), “La innovación atiende a la necesidad de incorporar elementos novedosos dentro del sistema educativo”, lo cual en nuestro país en forma particular, se encuentra hoy en la RIEMS, se fundamenta en un propuesta novedosa basada en el desarrollo de competencias, y dejando en el pasado un modelo educativo basado mas en objetivos. Cuyo principal eje, es que se desarrollo un joven autónomo, reflexivo, analítico.
Dentro de una nueva perspectiva la pedagogía, entra como un eje central, ya líneas arriba, se menciona, algunas tendencias educativas, que tienen un sustento filosófico, mas centrado en los resultados, y en concebir a un alumno como ser receptor. En América Latina, se da un movimiento, mas dinámico, que se orienta hacia una pedagogía, que ofrezca una mayor reflexión de los contenidos y no se quede solamente dentro de los conocimientos, todo lo contrario, vaya mas allá hacia, un desarrollo de habilidades, actitudes, e intereses, que se verán reflejados en una transformación del que hacer docente, como una propuesta curricular, en la que se introduzcan cambios o adecuaciones, respetando la diversidad cultural, social, y con una mejor vinculación del mismo tanto con el mundo profesional y laboral.
Además como una propuesta, es la intervención o desarrollo de los recursos didácticos, para el trabajo dentro del espacio áulico, y de esta forma contar en un primer momento con un buen desarrollo de las competencias genéricas, y las disciplinares, en un segundo momento, tener mejores herramientas para la evaluación.
Como una conclusión, las tendencias educativas en le siglo XXI, se encuentran marcadas, mas por el desarrollo de competencias, con un énfasis, en el manejo de la tecnología educativa, como una herramienta de trabajo, para facilitar un mejor conocimiento en los estudiantes. Construir un proceso enseñanza y aprendizaje, centrado en la construcción de un mejor conocimiento, no solo en los contenidos, todo lo contrario, una relación entre la teoría y la practica, con lo cual el alumno no será solamente un almacén de información.
Podrá desarrollar, un conocimiento más significativo para la vida, tanto en su familia, la sociedad, y el trabajo. Con los ejes de saber hacer, conocimiento, y el desarrollo del ser, como alguien más ético y responsable.


BIBLIOGRAFIA.

Castro Silva, Eduardo. ( )”Las reformas educativas y las nuevas tendencias de cambio curricular: el caso América latina” Universidad central de Chile.

Chamorro Portilla, José. (2002), “Propuesta pedagógico-educativa para la construcción de América latina, desde la escuela y el educador”, Universidad de Nariño.

Díaz Barriga, Ángel. (2005), “El enfoque de competencias en educación”, Perfiles educativos, México.

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